En esta nueva sección, queremos mostrar la opinión de amigos de C-aps experience, o simplemente visitantes a las exposiciones que organizamos, que quieran darnos su impresión sobre ellas, sus sensaciones, su visión o sus reflexiones. Empezamos con 5500 K. y la opinión de Paco Pérez Valencia, director de La Universidad Emocional, pintor, dibujante, artista multidisciplinar, y por encima de todo amigo, que nos ha apoyado y nos apoya con su aliento, siempre cercano, y por tanto imprescindible.
Os dejamos con sus palabras.
El lenguaje expositivo es un acto de vida que debe llevar al espectador la verdad de quien expone su talento. Todo lo demás es puro juego estético, lo que no deja de ser correcto, pero a estas alturas, este riesgo o resulta una aventura o es previsible. Por eso, cuando tengo la oportunidad de encontrar emoción en una exposición, algo que lamentándolo mucho, me ocurre excepcionalmente, quedo prendido y me siento en deuda con la misma Naturaleza.
La experiencia de visitar 5500 K fue para mí recordar la necesidad de vivir la exposición desde la inteligencia, con mínimos elementos, como la honestidad y el rigor. El juego de dialogar con las sutiles metáforas de luces y temperaturas de color, es de los efectos más elegantes y
silenciosos que he podido encontrar con anterioridad, no ya como una cualidad museográfica, marca de la casa en Caps-experience, sino como una hábil construcción museológica, desde su concepción previa y su mismo proceso creativo atendiendo las virtudes del espacio y sus evidencias.
Las buenas historias necesitan tiempo para su ideación y tiempo para su desarrollo. Justo lo que hoy parece una quimera. Y es justo tiempo, lo que este trabajo nos muestra: tiempo para saber mirar y tiempo para saber pensar. Gracias Marina, gracias Morón.
La experiencia de visitar 5500 K fue para mí recordar la necesidad de vivir la exposición desde la inteligencia, con mínimos elementos, como la honestidad y el rigor. El juego de dialogar con las sutiles metáforas de luces y temperaturas de color, es de los efectos más elegantes y
silenciosos que he podido encontrar con anterioridad, no ya como una cualidad museográfica, marca de la casa en Caps-experience, sino como una hábil construcción museológica, desde su concepción previa y su mismo proceso creativo atendiendo las virtudes del espacio y sus evidencias.
Las buenas historias necesitan tiempo para su ideación y tiempo para su desarrollo. Justo lo que hoy parece una quimera. Y es justo tiempo, lo que este trabajo nos muestra: tiempo para saber mirar y tiempo para saber pensar. Gracias Marina, gracias Morón.
Paco Pérez Valencia, Abril 2012