miércoles, 12 de marzo de 2014

Selected cuts



El título, extraído de una exposición anterior de Juan Luis Carrasco, ilustra el objetivo de este artículo. Se trata de dar una visión de la poliédrica obra de JL, a través de textos críticos, de compañeros o propios, sobre trabajos anteriores, su obra y su actitud artística, que pasado mañana se presenta en aceropuro showroom, a través de C-aps experience. Como ya ha ocurrido otras veces, el trabajo de JLC se va a auto|re|construir sobre el propio espacio doméstico creando un nuevo microcosmos durante estas ocho semanas.









Entender las relaciones que son posibles en una estructura viene definida por las partes que la componen. Los trozos extraídos mediante la fragmentación de ésta enuncian por un lado su condición de parte, y también la posible recombinación con otros.
La gramática en todos los lenguajes define un conjunto finito de partes, pero el significado que pueden adquirir sus formulaciones no. El lenguaje puede estar compuesto por un número infinito de fórmulas.
Dentro del lenguaje plástico, acometemos distintos autores la posibilidad de relacionar nuestros trabajos. Como ejercicio o experimento, mediante "cortes seleccionados" probamos los trozos de nosotros mismos para recomponer los distintos lenguajes y hallar quizás nuevas formulaciones fruto de la colaboración.
|texto extraído de la exposición Selected cuts. 2013|







El trabajo de Juan Luis Carrasco reflexiona sobre la liberación y la carencia del significado en la creación plástica. Lo hace desde una concepción irónica sobre el valor ornamental-funcional de la obra artística en el contexto del pensamiento. Su trabajo propone reflexiones plásticas y su interés se centra en los aspectos denotativo para construir su discurso.
En esta muestra sin título, se vale de la figura del marco (parergon) localizándolo como centro de atención, que despojado de su función se referencia a si mismo y al espacio contextual.
Para lograrlo  muestra en Bergrummet (habitación de montaña, en sueco) espacio expositivo  de Konstepidemin de Gotemburgo, dos maneras: La primera pretende representar el espacio expositivo como un marco inverso de la ciudad, mediante una pintura en la fachada que acentúa su potencial iconográfico de auto representación, de manera que el espacio se oculta exhibiéndose. En la segunda manera , muestra seleccionados materiales tomados de la ciudad (carteles y un parquet), reconstruidos y intervenidos parcialmente para destacar aspectos estructurales, constituyen huecos de externalidad interiorizado.
La propuesta es una instalación site-specific concebida como una elipsis (lingüística), donde se suprimen elementos de significado pero se construye un discurso dentro de la cohesión contextual.
Esta proposición aséptica,  sin embargo forma parte de un analítico y apasionado proceso de referencias visuales y documentales que viene llevando a cabo el trabajo del  autor sevillano en Suecia, los cuales podrán verse en esta su primera muestra en Gotemburgo.
|Nota de prensa para la exposición Parergorn. 2012|





En la obra de Juan Luis Carrasco toman especial relevancia el proceso, los valores manuales y la investigación. Sus piezas multidisciplinares (instalaciones, esculturas, bajorrelieves, grabados, fotografías, pinturas, dibujos e incluso vídeos), anteponen lo denotativo a lo connotativo y se conciben en su conjunto como series fragmentadas donde las ideas toman presencia sin que importe su significado ni los condicionantes apriorísticos que pudiera determinar la interpretación del espectador.
Una de las cuestiones subyacentes en el trabajo de Carrasco es la consideración de la naturalización de la violencia, la concreción a través de elementos plásticos de los sentimientos inherentes de agresividad o ruptura que existen en innumerables situaciones cotidianas, además de la asimilación de la convivencia con los accidentes. Al utilizar metáforas abstractas -que no son más que materializaciones de conceptos muy elaborados-, pretende evidenciar los cambios bruscos que desacuerdan el equilibrio de las estructuras naturales que nos rodean. Una grieta en el suelo, un ángulo quebrado o un roto en un jarrón son disposiciones habituales que encierran altas dosis de incertidumbre y desconcierto, desavenencias sutiles que nos pasan desapercibidas y que se hacen patentes gracias a la mano del artista. Las ánforas con incisiones de su serie Argumento (2002-2006), o “los troncos mutilados de sus suelos de cerámica” (2005-2006) o “las coloristas bombillas partidas” de su instalación “PieceofCake!”  (2007), representan ese sentimiento indescriptible de inestabilidad, deficiencia y malogro que intenta plasmar el creador sevillano.
El punto de vista que le interesa a Juan Luis Carrasco es gramático y no semántico. Comunicar con elementos sencillos, cercanos y reconocibles que no enturbien ni perviertan el mensaje. Para él la obra es un argumento-ornamento sin engaño donde son claves la responsabilidad, la honradez del artista y el control sobre los métodos procesales de elaboración, facetas que le sirven para intentar reconstruir la realidad desde una percepción desmembrada que tiene en cuenta las máximas formas posibles de aprehensión.
|Diccionario de artistas, Sema D´Acosta|